Te invito a formar parte de la comunidad de bienestar

Te platico sobre mí

“Todo conecta para atrás perfectamente cuando queremos sanar, se aclara nuestra vista y todas las piezas que creíamos no embonaban encuentran ese espacio especial”
En mi experiencia el camino ha sido muy amoroso, con momentos de dolor que elegí convertir en sufrimiento, algunos patrones auto destructivos que se repetían una y otra vez, tendía a elegir desde la carencia y tomaba decisiones basadas en ella. Cedí mi energía y mi poder personal a diferentes situaciones y personas por miedo al abandono, pretendiendo quedar bien y caerle bien a todas las personas, cuando no resonaban conmigo . Elegí estar con personas desde el apego y desde el no amor, pues no lo reconocía en mi. Experimenté momentos de ansiedad, depresión, carencia económica, inseguridad y falta de autoestima. Me permití no ser yo y conocerme como quien no soy, para hoy poderme reconocer desde el amor, la salud perfecta, la abundancia, la prosperidad económica, la dicha, la paz y la serenidad.
Todo comienza o mejor dicho todo se conecta en uno de esos momentos donde mi vida se manifestaba de la forma que siempre había “soñado”. Mi relación con mi familia super amorosa y en paz, en cuestión laboral mi negocio empezaba a fluir como esperaba y ¡wow! por fin llegaba un hombre extraordinario a mi vida con quien compartirla, salud, nuevos hábitos alimenticios más amorosos y ejercicio incluidos, ¿qué más podía pedir?
Hasta que un día, con todo y todo, de nuevo no me quería levantar de la cama, ¿cómo podía pasarme eso, si mi vida era “perfecta”? La verdad no entendía nada, solo sabía que no tenía ganas. De nuevo ese vacío que creía estaría cubierto con todo aquello tan maravilloso que vivía. Y todo era real, el tema era que yo solo alcanzaba a ver la punta del iceberg, y aunque empezaba a buscar respuestas, a ir más allá, todavía no veía la película completa. Seguía buscando afuera. Estuve en lugares y con personas super lindas que me mostraron la importancia de hacerme responsable de mí, fue un buen comienzo.
En ese inter mi carácter era cada vez más vulnerable, me enojaba con facilidad y era poco tolerante. Sentía enojo y no precisamente con lo que sucedía en ese momento, aunque yo creía que así era, estaba conectando con situaciones y temas del pasado y desde ahí reaccionaba, lo que me llevó a que mis relaciones en todos los sentidos dejaran de fluir en armonía. Me empecé a alejar de personas importantes nuevamente, por ejemplo, amigos y algunos miembros de mi familia, mientras buscaba aceptación en otros lados dejando de ser yo.

Ahí fue cuando regresó a mi la frase “hay algo más”.

De hecho, en diferentes etapas de mi vida había tocado a mi puerta intentando decir algo. Desde niña ese “hay algo más” me susurraba y mandaba señales y mensajes que mi intuición reconocía, pero al final yo no me permitía ver o buscaba en lugares que al final no resonaban conmigo. En los momentos más tristes, donde sentía que ya no tenía para donde moverme, esa frase se repetía “hay algo más” y me daba aliento para continuar.
Entonces apareció Andrea de la Mora con un mail invitándome a ser parte de una Certificación como Coach Angelical, no sabía exactamente que era, pero si sabía que mi alma bailaba dentro de mi diciendo que era para mí, así que todo se acomodó perfectamente y me certifiqué como Coach Angelical. Para mi representa un parte aguas, porque a partir de ahí algo maravilloso ocurrió, se encendió una luz que le dio sentido a ese “algo más” dentro de mí. Comencé a reconocer que, dentro de la perfección del Universo, podía observar que en el transcurso de mi experiencia había elegido experimentar desde momentos de carencia económica, o con relaciones que conectaban desde el apego, el miedo o la inseguridad, y que justo cada persona, cada situación, cada sonrisa, cada lágrima y cada miedo son mis maestros y gracias a que cumplieron su papel tal cual, pude observar lo que hay que sanar y transmutar.
Han seguido apareciendo maestros, que hoy observo amorosamente. Continua este camino de seguir transformando el conocimiento en aprendizaje, de elegir sanar y de seguir abriendo puertas y ventanas para que todo siga conectando tal cual es.
Hoy reconozco que mi vida fluye desde ese amor tan puro que es el motor del universo. Experimento la alegría y la dicha del momento presente y desde ahí elijo vivir en expansión.
Kareli comparte meditaciones en Madre Tierra, en distintos días y horarios,
Si te inspira asistir, aquí: Conoce nuestros horarios