Conforme fui creciendo, y por algunas relaciones inestables de amigos/novios/familia, me surgieron problemas de inseguridad, mal humor, de alejarme y sentirme sola, de no pensar que era lo mejor para mi, no darme mi tiempo, no ponerme a mi antes que a todos los demás, y no estar a gusto conmigo misma.
Después de mucho tiempo, muchas caídas, muchos problemas..fui entendiendo que todo está en mí y en mi mente.
fuí entendiendo que yo soy lo único que tengo,
que a pesar de tener muchos amigos, de tener una relación larga con mi novio, de tener familia…si no estoy bien yo, todo lo demás no me va a hacer bien tampoco. Sigo tratando de aprender que todos mis pensamientos yo los puedo controlar, que no puedo permitir que cosas ajenas a mi afecten mi bienestar y que yo soy todo lo que tengo..por eso me tengo que cuidar.
Comencé a practicar yoga hace unos años, no constantemente, pero cuando lo hacía me ayudaba muchísimo a concentrarme en lo que realmente me importaba, me ayudaba a estar tranquila durante el día, a poder hacer a un lado todos los pensamientos negativos que me hacían retroceder como persona en mi crecimiento espiritual.
Con el yoga, comencé a ver cambios en mis relaciones,
y entendí que la inestabilidad en algunas muchas veces tiene que ver conmigo…que yo no estoy bien conmigo misma y por ende no estoy bien con los demás.
Lo que me mueve…aprender a amarme en cuerpo y mente.
Entenderme, encontrarme, aprender a ser feliz y compartir esa felicidad con los demás…el yoga me ayuda a lograr esto porque por un momento en mi día detengo mi mente, vivo en el ahora y entiendo que todo lo que no está pasando en ese momento no es relevante en mi vida. Quiero seguir aprendiendo para poder llevar un ritmo de vida tranquilo, y llevar ese “estar-zen” a lo largo de mi vida, estar bien y contagiar a las personas con bien…ser amor y dar amor.