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¿Qué es yoga?
Un significado muy conocido es que es unión, viene de la raíz yuj. Somos cuerpo, mente y espíritu, una unidad, un todo. Pero también en nuestra era de la globalización señalar que somos un individuo, que somos parte de una sociedad y que vivimos todos en un único (y maravilloso) planeta azul. Con otras palabras, el ser integrado en la totalidad de la que siempre hemos sido parte.
El Yoga es un maestro,
De las primeras preguntas al acercarnos a este sendero es ¿qué Yoga debemos seguir?, y más bien, la pregunta sería ¿qué Yoga es el que me conviene hacer?
¿Y cómo saberlo? No hay más método que el de la escucha profunda.
Cada persona necesita un Yoga, ya que cada uno es único y original y no se pueden comparar procesos anímicos puesto que el punto de partida es singular y los caminos del alma de cada uno son insondables. Este Yoga es invisible y sólo son reconocibles sus aplicaciones concretas en un aquí y ahora.
¿Cómo me relaciono con mis límites?
Sólo hay Yoga en la adecuada relación con el límite. Si en la práctica uno no llega a rozar el límite, tendremos demasiada comodidad y no habrá avance. Si, por el contrario, atravesamos el límite sin contemplaciones, nos encontraremos una posible lesión, que nos llevará seguramente a un retroceso.
Yoga es encontrar el tono justo desde el que vivir, la intensidad adecuada en el cuerpo para que la mente encuentre el ancla que la frene. Si nuestra práctica no tiene la adecuada intensidad, la agitación de la mente nos llevará rápidamente a la dispersión. Sin embargo, encontrar ese equilibrio entre la firmeza y el abandono no es nada fácil hay que aprender a dialogar con nuestros límites.
En el interior de la postura florece la actitud
Más allá de los apoyos, la sincronización de los movimientos o la respiración, más allá de la postura, en Yoga nos encontramos con la vivencia de ella. Vivir la postura es aceptar nuestras tensiones, ver qué nos dice nuestra respiración, qué zonas de nuestro cuerpo están mudas o son insensibles, comprobar en definitiva la resistencia de la mente para centrarse en el presente.
La postura es la mejor metáfora del equilibrio que necesitamos en nuestra vida real. Nuestro tapete y nuestro cojín son los laboratorios para comprender mejor nuestra vida. Hemos de reconocer que una postura en Yoga no es una posición fija sino un proceso verdaderamente interno que se va plasmando en el cuerpo, en la respiración y en las sensaciones. Un despliegue y un posterior repliegue para volver a uno mismo, evidentemente, con más paz interna.
Los senderos del Yoga
Hay varias maneras de caminar rápidos por el sendero del Yoga; una manera, es comprendiendo de manera profunda, ley de causa y efecto. A menudo somos víctimas de nuestros actos que dejan un residuo que se vuelve en contra nuestro.
Otra manera de caminar por este sendero es la profunda comprensión de la chispa divina que habita en mí, en todos, en cada flor, en cada rincón del universo, somos una minúscula gota de agua en la inmensidad de un océano. Entre la gota y el océano no hay más que verdadero amor.
Camino con corazón
Los senderos ya están creados, los sabios han dejado sus huellas, la filosofía perenne ha dejado las señales en el camino, ahora nos toca caminar. Nuestra verdad es como una pequeña lámpara que alumbra el siguiente paso que damos en el camino. El camino del Yoga tiene que tener cabeza y entrañas, pero si no tiene corazón difícilmente reconoceremos la verdadera naturaleza del ser. Demos las gracias para que no nos abandonen la fe y el coraje, la humildad y la gracia.